El Perro Y La Dama
Ella sus caros tacones rojos
El una sonrisa entre ojos
Suspirando el sueño
Engañando al deseo.
Saber que nunca será suya
Pero que la espera sea costumbre
Dejar que el destino influya.
Abandonar la incertidumbre
El enamorado y la distraída
mil sueños de huida
Es solo un anhelante
que entre sueños le suspira.
Una canción que decora el ambiente
Un deseo cae en la fuente
La dama que entre sus muslos esconde su amor
Se vuelve a sola a su templo de pavor.
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