"La mariposa"

"Cuando era niña, encontré una mariposa hermosa en el patio de mi casa.
Me enamore de sus colores tan perfectamente combinados y el movimiento de sus alas era perfecto, mis ojos estaban sublimados por la belleza de esa mariposa, la cual nunca antes la había tenido tan cerca.
No la quería perder, me preguntaba si alguna vez en mi vida, lograría tener de nuevo una mariposa como esa en mis manos, y me di cuenta que pocas eran las posibilidades de tenerla de nuevo.
Pensé en quedármela y que sea mi mascota. Fue una idea brillante.
Entonces busque un frasco de vidrio, le hice agujeros muy pequeños en su tapa y puse la mariposa en el frasco. Yo muy feliz ese día la lleve al colegio.
Todos la miraban y quedaban impresionados con la belleza de esta mariposa, y yo muy orgullosa de ella la miraba y me sentía su dueña y que ella estaba agradecida conmigo.
De vez en cuando le ponía algunos pedazos de pan, y hasta arrancaba pastos para que ella se sienta en su hábitat, pero cada vez la mariposa se movía menos, yo no entendía por qué rechazaba todas las cosas que le ponía en su frasco y no comía, ¿Con qué energías la mariposa iba a comer algo?
Yo era orgullosa, y no entendía que la mariposa debe estar al aire libre, en las plantas, comiendo frutas o lo que sea que las haga bien.
Ese mismo día, al llegar a mi casa, la mariposa ya ni se movía, podía ver como esta respiraba profundamente el poco aire que había dentro de ese frasco.
Eran las 7pm y decidí sacarla, entendí que estaba muriendo, pero no me sentí culpable.
Quise darle una buena despedida, era una niña y fabrique una especie de cama en miniatura para apoyarla y que descanse ahí, hasta perfume la cama.
Puse a la mariposa en mi mesita de luz, alado de mi cama y me acosté a dormir, con la esperanza de que al día siguiente, la mariposa estaría ahí, habría respirado aire puro y habría reaccionado.
  Al día siguiente, cuando desperté, lo primero que hice fue ver si la mariposa estaba ahí descansado, pero al ver el lugar en donde la había dejado, ella ya no estaba.
Pensé que estaba ahí, volando por alguna parte, había cerrado mi puerta la noche anterior y no había manera de que salga de ahí.
La busqué por todos lados y no estaba, pensé en dos cosas:
 La opción uno, era que había logrado escapar de mi cuarto y se habrá ido al exterior, respiro aire natural y fue directo a las plantas, fue a vivir su vida natural, en el lugar de donde pertenece, fue a vivir lejos de las paredes de cristal, de las cuales yo una vez guardé para ella.
  Y la opción dos, es que pasó tanto tiempo encerrada, sin poder respirar, que su cuerpo y sus alas ya no tenían energía para seguir. La mariposa que capturé es una de esas especies que nace con el día y muere con la noche. Salió la luna de las nubes y la mariposa se fué con el sol.
Podría sentirme bien por el hecho de que, no la maté yo, si no que el ciclo de su vida es así, es normal y de todas maneras iba a morir, pero el punto es que ella solo tenía una oportunidad para vivir, una oportunidad para conocer la belleza  del mundo, y yo la secuestré, enamorada de ella, en un frasco de cristal, secuestré el único momento que ella tenía para vivir, la única oportunidad.
 Yo estaba tan encantada con esta mariposa, que la quise tener conmigo para siempre, pero no era consciente de que estaba sacrificando la única oportunidad de ella, para satisfacer un deseo mío.
   

   

"Uno solo conserva lo que no amarra"

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