Mensajes del viento

Silencio: 
- Hoy te recuerdo de nuevo cuando tu dulce voz retumba en mis oídos.
Cuando esos ojos marrones me miran siento que los días que tengo no son días perdidos.
Estoy extrañándote... con un vaso en la mano, esperando un beso que sea de regalo, y tratando que mis errores no sean en vano.
Si duermo sueño con tu llanto, o mejor, con tus llanuras y montañas que como caderas las voy imaginando.
Tu simple aroma a mujer de amores; la que prefiere escucharme y no buscar otros corazones.
Con la simpleza de mis frases intento conquistarte, no quiero perderte porque es como el miedo a la muerte.
Por parte si no te tengo ; poseo un motivo para embriagarme.
Que si no estoy en otro mundo, no puedo sacarte de mi cabeza.
Dijiste ser un fallo y rareza, no creo que sea cierto porque para mi eres toda belleza.
Al menos eso me dice la cabeza y el corazón, que nos unió el destino por una razón.
Entre todas tus tormentas y yo con mi silencio, hacemos nuestros propio universo.
Si lo separamos es todo adverso, porque uno sin el otro es como el frío sin el silencio.
Hoy entre cientos de recuerdos apareces en mi mente desde el primer beso hasta que me acariciaste.
Quiero verte no te miento, que mis besos al menos te lleguen con el viento.

Huracán:
-Desperté con una caricia en la mejilla, estaba sola y con los pies en cunclillas.
Me habías prometido un beso de desayuno, el viento lo ha traído desde Neptuno.
Soplan coplas y canciones que alguna vez me cantaste.
Después de mi suspiro llegan esas melodías que resuenan en mi mente cada vez que te extraño
El Sol baja y la Luna se amansa; dos luceros vienen a lo lejos con aire a despecho.
Buscan un lago en el cual descansar y un corazón para amar.
El Sol baja y la Luna se amansa.
Son la razón de la templanza, del deseo del invierno de persistir bajo unos senos.
Te extraño, necesito tenerte; me duele el vientre de tanto mecerme.
Y sobre las sabanas bajo la noche solemne, mis manos trazan las constelaciones que con tus manos hiciste estremecerme.